Hubert Schlafly es la razón por la que los conductores de televisión, locutores y políticos pueden mirar al televidente a la cara. Schlafly, ingeniero eléctrico, inventó en 1950 el Teleprompter, tecnología que permite leer guiones mirando a la audiencia. La idea se la dio su amigo el actor Fred Barton Jr., que buscaba una forma de recordar sus diálogos y vencer a su falta de memoria.
Cuando creó esta innovación (también llamado prompter o autocue) Schlafly era director de investigación televisiva de la productora 20th Century Fox. El primer modelo consistía de un rollo de papel, con letras de 2,5 centímetros, que un técnico debía hacer avanzar al ritmo del lector. Se estrenó en uno de los culebrones de la cadena CBS, The first 100 years.
A lo largo de los años la incorporación de esta herramienta ha sido sustancial para la conducción en televisión, de tal modo, que hoy en día el texto que esbozan los productores se ajusta a la manera de hablar de cada locutor, o a las disposiciones del canal, cumpla o no el contenido, las reglas del lenguaje formal.
La del teleprompter fue la primera de 16 patentes de Schlafly, casi todas en el rubro televisivo y en su mayoría realmente visionarias: diseñó el primer sistema de pago a través de cable coaxial para poder comprar televisión a la carta e ideó y ejecutó la primera transmisión vía satélite, de costa a costa, desde Washington a California, en los años setenta. En 1975, con el uso de esa misma tecnología, se transmitió uno de los combates de boxeo más célebres de todos los años, entre Mohamed Ali y Joe Frazier, desde Manila.
A lo largo de su carrera Schlafly consiguió dos premios Emmy por sus contribuciones al mundo de la televisión. En 2008 fue honrado con una plaza en el Salón de la Fama de la televisión por cable. En el discurso que pronunció en el acto de homenaje admitió que nunca, hasta entonces, a los 88 años, había utilizado un teleprompter.
Fuente: ElPais.com (España)
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